miércoles, 11 de marzo de 2015

La revolución de la ortodoncia invisible.



Si repasamos muy por encima la historia de la ortodoncia, todo el mundo ha conocido a alguien que ha utilizado los clásicos “brackets” metálicos y que estaban por delante del diente. Estos brackets eran muy incómodos para el paciente, tanto por el plano estético (los brackets quedaban feos y a veces causaban problemas a los pacientes), como en el plano funcional (molestaban a la hora de comer y, a veces, hacían daño).
Luego, esos brackets evolucionaron y se convirtieron en una línea finisima que cruzaba todos los dientes. También estos brackets evolucionaron a otros que se ponían por detrás del diente (llamado ortodoncia lingual). Estas evoluciones mejoraron el aspecto estético, pero aún así se sentían molestias.
La ortodoncia invisible tiene la ventaja de que no se utiliza ningún tipo de bracket. Simplemente, se utilizan unos alineadores transparentes que debes llevar durante todo el tiempo, quitándotelos sólo en algunos momentos del día.
Está dirigida a todo el mundo y a casi todas las edades (restringida a los niños cuyo crecimiento dental todavía no ha terminado). La primera visita, revisiones, etc. son parecidas a la ortodoncia convencional y, por supuesto, los resultados son muy satisfactorios.
Fuente : mujerstyle.com

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